Sae, yo trabajo en telecomunicaciones, y en esta pega es vital que haya organismos globales que dicten las normas o estándares: ITU, 3GPP, etc. Por eso siempre he estado de acuerdo con la existencia de la RAE. Por otro lado, entiendo que el lenguaje es algo vivo y por eso me agrada que la RAE, periódicamente, adapte sus reglas a la evolución del idioma. Pero últimamente en cuentro que se les ha pasado la mano. Cuando mi mamá me contó que habían matado los diacríticos, debí haberme alegrado, pues es mi punto más débil en ortografía, pero me dio lata. Hoy, cualquier barbarismo, anglicismo o reggeatonismo pasa al diccionario 6 meses después de inventarse. ¿De qué sirve una institución que dicte normas si va a dejar pasar cualquier cosa?
Saludos!
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