Un tipo tenía un problema de impotencia crónico. Va al doctor, quien tras examinarlo le dice: “Tiene usted una enfermedad rara que deteriora los músculos de su pene. Me temo que no existe cura. Sin embargo, hay un tratamiento experimental. Se trata de transplantar los músculos de la trompa de un elefante bebé al pene. ¿Le gustaría que lo intentaramos?”
No viendo otra solución, y con su corneta muerta, el tipo acepta y unos días después el doctor realiza la operación.
Ya dado de alta, el tipo lleva a su novia a un buen restaurant para celebrar el éxito de la operación. Mientras están en la mesa, comienza a sentir un extraño movimiento entre las piernas; la presión se vuelve insoportable, así que el tipo decide abrir lel cierre del pantalón.
De pronto, sale la tula del pantalón, se desliza sobre la mesa, toma un plátano de la fuente de frutas, y regresa a su pantalón de nuevo.
“¡Vaya!” dice su asombrada novia, “¡Eso fue realmente impresionante! ¿Puedes hacerlo otra vez?”
Con el rostro enrojecido y el weón medio compunjido, el tipo responde, “Tal vez mijita… ¡Pero no sé si pueda aguantar otro plátano en el culo!”