Don Trini... ¿Ve que no cuesta tanto plantear un tema interesante, sin caer en la ofensa gratuita?
Primero que nada, quiero decir que yo respeto toda opción que tomen las personas. Sin embargo me desagrada la prostitución. La he consumido, pero ya no.
Sin embargo siempre he pensado que si alguna persona querida (ya sea en el círculo de amigos o de familia), me dice que va a dedicarse a put@... Me pondría muuuy triste, le aconsejaría con todas las fuerzas que no lo hiciera y le ayudaría a ver otras alternativas, y si es necesario y posible, le entregaría recursos propios.
El problema es que generalmente las personas que se dedican a la prostitución no cuentan con ningún tipo de apoyo real, vale decir ayuda económica, oferta de un trabajo que satisfaga sus necesidades, tiempo para sus hij@s... y un largo etc. que va desde el gusto por algunas comodidades hasta plata para el pan. Tampoco cuentan con alguien que les ofrezca un espacio en donde vivir un tiempo mientras se arreglan... Es decir, reciben puros consejos y ningún apoyo real.
La vida es muy dura a veces, y aunque tu misma familia te aconseje que no hagas algo, pero no te ayudan con nada, igual lo haces.
Para variar, tengo un ejemplo propio. Cuándo tenía 14 años me enamoré de una prima muy linda, rica y pobre. Pololeamos y terminamos al poco tiempo. Ya adulto, nos reencontramos en un conocido toples.
Sentí mucha pena, pero no tuve más remedio que desearle lo mejor y que tratara de salir pronto de ese lugar, le ofrecí un techo, comida y amistad. Ella lo aceptó y estuvo tres meses conmigo, hasta que volvió al trabajo porque necesitaba otras cosas.
Marcadores