Como dicen por ahí: "Otra cosa con guitarra".
Estamos llenos de amor y buenas intenciones. Pero es distinto cuando nos toca dar el todo por el todo y sacrificarse por el prójimo sin ayuda, a pura voluntad y paciencia.
Con esto no quiero decir que somos aun mas irracionales dentro de lo "racionales" que somos. Pero la genética es fuerte en seres como nosotros y el sentido de supervivencia nos reclama su lugar y nos insta a continuar nuestro camino dejando al débil atrás. Claro que existen muchas otras personas que son capaces de lidiar con este tipo de sacrificios. El amor de madre, hijo o de pareja son fuertes, pero nada dura para siempre. Siempre hay factores que desencadenan nuestra impotencia y estrés. La ayuda y apoyo de la persona que esta al lado son una enorme fuente de energía. Pero tarde o temprano el que se sacrifica o el que obtiene nuestro sacrificio seden ante la impotencia y vulnerabilidad.
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