Centro: Camila
Ubicación: Providencia
Fono: 2641809
El Lunes, en vista de que había leído bastante sobre este centro, decidí pasar. Es peligroso para mí porque trabajo al frente, pero que diablos... además eran como las 8 y se habían ido casi todos. Temí que me dijeran que era muy tarde, pero tuve suerte y me dijeron que fuera en 10 minutos. Me di un par de vueltas lo más alejado posible de la oficina, y finalmente subí.
De entrada me abre una joven delgada y bien hechita, con unos ojazos claros de esos que quitan el aliento. Es verdad que las chicas de este centro son muy lindas en general; hace un par de meses había ido (esta es mi segunda visita) y me habia atendido una dama cuyo nombre no recuerdo, que tambiñén era muy bonita. "Soy Sole" me dice, "y soy la única disponible". "Ningún problema" le contesté, ¿que problema podía haber con semejante belleza? A la luz de sus ojos observé que el departamento era tal y como lo recordaba, amplio, agradable, bien iluminado; tiene una vista espectacular hacia el sur. Y ella estaba vestida con una bata blanca muy corta, que dejaba ver sus piernas bien torneadas. Odio esta expresión porque me suena sexista y además muy repetida, pero la verdad es que Sole era un bombóm.
Para los que no hayan ido, en la habitación no hay camilla, sino que un boxspring bajo, frente a un espejo apaisado estratégicamente ubicado. Muy cómodo. Después de la ducha procedimos a lo habitual. Ella era hábil con las manos, y muy suave. Para los que hayan ido a masajes chinos, por ejemplo, donde las masajistas de dan golpes de karate en el lomo, tal vez sea muy suave. Personalmente me gusta alternar, y en esta ocasión mi espalda y mi cuerpo agradecieron el toque suave y delicado de Sole. Delicadamente trabajó sobre mi espalda y piernas, dándose tiempo para relajarme. Y después de llevarme a un estado de total agrado y relajación, me pidió que me diera vuelta.
Se que acá no se acostumbra a dar detalles sobre el sensitivo, así que aunque me muero de ganas de dar detalles, no lo haré. Pero puedo comentar mis sensaciones. Me gustó como me acarició. Me encantó que demostrara gustarle lo que hacía. Me enloqueció cuando reaccionó a mis caricias con lo que me pareció verdadero gusto. Me conquistó completamente con sus palabras. En resumen, fue una gran experiencia. Apenas pueda volveré. No me queda otra.
Saludos!





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