Estimados cofrades:

En mi opinión, creo que no es sano para una sociedad burlarse de sus creencias ni menos de sus íconos representativos ya que se puede herir profundamente a personas sensibles que sienten admiración por ellos.

Pienso que no tenemos derecho a molestar a quienes siguen esas ideologías espirituales. Y no por ser transgresores debamos atacar a diestra y siniestra.

Y es tan contradictoria nuestra sociedad que, quienes aplauden lo hecho por el Club de la Comedia, seguramente estarán en su contra si ellos le revelaran a los niños que Santa Claus es una mentira.