Debo confesar que cuando un distinguido logiano me recomendó este masaje, como mi primera incursión en este milenario arte, dije este debe ser un vacunazo como para terminar este año de mierda, pero como soy porfiado igual reservé mi horita. Así las cosas llegó el día y la hora (ayer miércoles), en el camino entre que me iva imaginando una güatona charchetúa, en que las fuerzas de la gravedad se habian enzañado con ella, me encuentro con varios amigos, hola, hola, un ex cliente hola, se me hace laaarrgggaaa la agonía al matadero y más encima tengo que pagar. Llego al lugar, el conserje, guardía lo que sea me pregunta de puro sapo "a donde se dirige" que te importa sapo, no a tal depto, "adelante". Toco el timbre, los segundos se me hacen eternos y finalmente abre ella, Almendrita, Almendrita, Almendrita, una musa de alredor tres decadas, pero flaquita, chiquitita enfundada en un vestido mini, que pasa piola en la calle, Bien digo, miro alrededor, todo limpio, ordenado y como dicen en las empresas para explotar a la gente por dos chauchas, vocación de servicio al cliente. su buena duchita con agua caliente y a lo que vine. Ella amablemente me pregunta "con que quieres empezar el masaje o el sensitivo", yo como buen ignorante y primerizo "he eh he, um, um, lo que tu quieras", tratando de dar la impresión de que me manejo (lo huaso se me salía por lo poros), a lo cual ella cariñosamente me dice "empesemos por el sensitivo" UUUFFFFFFF, miren como buen caballero de esta logia que soy, señalaré que aaaarrrta salivita, generosa en los cariños y la atención, besó hasta partes que ni me imaginaban que podían tener terminales nerviosos (mientras pensaba, me podrían recibir así en la casa, putas que mi vida sería la raja, ahora consuerte el perro me ladra). Acto seguido me dice, sin solicitud ni súplica alguna, te hago un masaje, ya po´ contesté, si total hay que dejarse querer. Putas que terminé bien con el masaje, a todo esto fue a medio día, entre medio su buena conversa, quedé más relajado que la cresta, y con más ánimo que la cresta, para seguir laborando y con la media sonrisa.
En definitiva, quedé más contento que perro con pulgas, que perro con dos pichulas y que flaite con Pit Bull.
He escrito mucho y me da paja hacer la tablita, pero recomendable 100%

Slds