Yo creo que fui y soy un ser bastante querido, por quienes me interesa que me quieran...

Cuando chico fui regalón, y muy querido; hoy sigo en la misma...no me considero carente; mas no por ello me niego nunca a una caricia sincera... y en rigor, a una caricia falsa... si es de una chica guapa, tampoco.

Finalmente creo, que sobarle el lomo al otro, entregarle una caricia, ser un filántropo.... no significa que sea ciego, y que cuando haya que ir con la fusta, en vez de la lisonja, no lo haga.

La caricia, el beso... el golpe y el grito; todo es valioso si se entrega con la intención correcta, según yo, la de construir.