Grande CHILE !!!

Vean estos anà lisis de otrso medios...

La fiesta, o dos, en Pretoria". Por Federico Kotlar, enviado especial. (ClarÃÂ*n.com)
No se supone que el fútbol sea un deporte justo. Pero habrÃÂ*a que agradecer que alguna vez si lo sea. Ni España ni Chile debÃÂ*an quedarse afuera del Mundial en primera ronda, por todo lo bueno que mostraron dentro de la cancha incluso en la instancia decisiva, cuando un error podÃÂ*a pagarse con la eliminación. Por eso es merecido ese festejo de los dos al final, más allá del 2-1 para el campeón de Europa. Los dos llegaron a octavos de final por un resultado ajeno, es verdad, pero nadie podrá quitarles el mérito de lo obtenido.
La presión era fuerte para los dos. Chile, más allá de haber conseguido dos triunfos en igual número de partidos, sabÃÂ*a que una caÃÂ*da lo dejaba al borde de la eliminación. España, que habÃÂ*a llegado como gran candidata a Sudáfrica, tenÃÂ*a por su parte la presión de ganar sÃÂ* o sÃÂ* para clasificarse, no depender de otros resultados y, de paso, tratar de evitar a Brasil en octavos de final.
El equipo de Bielsa aplicó a la perfección en los primeros 20 minutos de partido esa receta que se le conoce: fuerte presión para recuperar la pelota aún a riesgo de dejar agujeros atrás, salida precisa hacia el ataque y todo el vértigo posible para atormentar al rival. Le funcionó tan bien que llenó de nervios al campeón de Europa y desarticuló el circuito que intentaban armar Xavi e Iniesta con los dos delanteros. Pero no pudo concretar esa diferencia a pesar de una llegada clarÃÂ*sima de Mark González, que se pasó en el segundo palo. Y terminó pagándolo caro.
Cuando la historia parecÃÂ*a bien encaminada para los chilenos, apareció un error individual que España cobró en efectivo y de inmediato. En un pelotazo largo, el arquero Bravo salió demasiado apurado a cerrar, a espaldas de Medel, uno de los huecos que en su intención de anticipar generaba la defensa chilena. Entendió mal la jugada y encima su rechazo le quedó en los pies a David Villa, que definió como el gran jugador que es. AsÃÂ* llegó el gol que partió en dos la historia del partido.
Chile sintió bastante el golpe, aunque nunca abandonó su intención de ir para adelante. Si a algunos equipos ultradefensivos se les puede reprochar que cuando les hacen un gol no saben abandonar su libreto de cero, acaso a este de Bielsa se le podrÃÂ*a cuestionar su imposibilidad de sacar el pie del acelerador. Algo que quizás ayudó a tener tres amonestados a los veinte minutos de partido. Pero entre tanto amarrete dando vueltas por el mundo de la pelota, y por este Mundial en particular, será siempre una receta para aplaudir de pie.
Para colmo de los problemas de Chile, España le facturarÃÂ*a de nuevo un error. Y con creces. Esta vez estuvo del lado de Jara, que regaló la pelota en defensa y propició un ataque en el que Iniesta puso el exquisito toque final con más cálculo que fuerza, bien abajo y lejos de la estirada de Bravo. En la misma jugada, el árbitro Estrada, que habÃÂ*a perdonado antes al amonestado Ponce, expulsó mal a Estrada por un choque con Fernando Torres. ParecÃÂ*a que estaba todo liquidado.
Bielsa decidió mover el tablero en el segundo tiempo. Y no para reforzar la recuperación, teóricamente resentida por la salida del volante central y la inferioridad numérica. Millar entró como enganche por Valdivia, a quien le costó encontrar el partido, y Paredes como centrodelantero por Mark González, lo que determinó que Beuasejour se corriera a la izquierda.
Los cambios parecieron tener resultado inmediato, porque Millar descontó con algo de suerte -la pelota se desvió en Piqué y se le metió por arriba a Casillas- en el arranque del segundo tiempo. Era un gol clave para obligar a Suiza a sacar dos tantos de diferencia ante Honduras. Y acaso para darle un nuevo aire al partido, con Chile más cerca de la igualdad. Pero ahÃÂ* fue cuando terminó de aparecer la España que se hizo acreedora del tÃÂ*tulo de candidata para este Mundial. Tomó el contratiempo con tranquilidad y empezó a manejar la pelota a partir del que acaso sea el mejor mediocampo del mundo. Y puso en el congelador el vértigo de un Chile que ya no encontraba la pelota.
Mejor olvidar esa última media hora en que los dos se conformaron con el resultado, sabedores de que conseguÃÂ*an la clasificación. Un acuerdo tácito en el que se acabó todo lo bueno que habÃÂ*an mostrado antes. En octavos de final, por suerte, tendrán la chance de mostrar otra vez todo lo bueno que habÃÂ*an generado antes de ese epÃÂ*logo. Porque de vez en cuando, el fútbol también puede ser justo.