repetidas veces me puse a tomar como si se fuera a acabar el mundo, sin tener en cuenta el hecho que andaba conduciendo, nunca me pasó nada, hasta que una noche me saqué las recrestas manejando como estropajo de cantina, salÃÂ* con lesiones varias y quedé con algunas cicatrices, debÃÂ* pagar daños y cumplir una condena.

Igual me salió barato porque estuve cerca de haber muerto o peor aun, haber quedado inválido, o haber matado o lesionado gravemente a un tercero...y todo por una soberana webada.

Dura lección pero la aprendÃÂ*...ahora ni un sorbo de lemon stones siquiera cuando ando conduciendo...me da lo mismo que me digan fome en asados y carretes.