Yo, yo, yo, soy como tonta para tener penas de amor, pero me duran poco, y después que pasa la pena me doy cuenta que no lo lloro a él, me lloro yo, por la porfia, por mi ego hecho añicos, porque nos cuesta aceptar que nos queran como creemos que lo estamos haciendo, porque de una forma erronea pensamos que el amor de uno puede suplir el amor del otro y si es asÃÂ* porque entonces no se queda, entonces viene la pena la decepción...
Y que se aprende, se aprende y madura porque después mirando en restrospectiva te das cuenta de lo que quieres para ti, pero por sobre todas las cosas te das cuenta de lo que no quieres y creo que es más importante.