Óyeme que me canso de tantos miramientos.
Yo quiero desnudarte de pretextos inútiles,
erizarte la piel
y quitarte la ropa, arrancártela a besos
y descender con ella por tu vientre y tus muslos
y dejarla caer
como el telón señala, a público y a actores,
el final del teatro.